está en una ubicación encantadora, perfecta en las inmediaciones de restaurantes locales, del centro de la ciudad. el barrio sant agnello merece tu atención.

La suite que reservé estaba decorada muy bien, con un bidé en el baño como ventaja, en una ubicación estupenda cerca de la plaza principal, increíbles restaurantes y el centro de la ciudad, y con un personal atento y hospitalario.

Las habitaciones estándar están adosadas al ascensor, sin zapatillas; por lo demás, la estructura es muy, muy hermosa, con vistas impresionantes, recomiendo cenar al atardecer en la terraza de la piscina (realmente sugerente y romántica), el servicio es bueno, los precios son correctos. La piscina infinita tiene un jacuzzi, el lido La Marinella está justo debajo del acantilado, se puede acceder a pie o en ascensor, hay un acuerdo con el mencionado lido por lo que el costo de la cama solar es de 8 euros. Para la piscina, las toallas son proporcionadas por la estructura a través de la exhibición de tarjetas especiales.

Diré que no me gusta enfatizar las cosas negativas de una estructura, sin embargo, no me gustó el desayuno: los croissants parecían de cartón, el pastel de manzana con masa cruda (pero puede suceder), todos los productos horneados eran feos. Tomé tanto un expreso como un americano, pero no los bebí. Mi desayuno era un plato de piña fresca.

Sólo quiero decir una cosa: gracias de verdad. Era un hotel perfecto y estaba súper limpio, aunque las vistas eran muy malas. Tiene un personal eficiente que hace que la estancia sea perfecta. La habitación era sorprendentemente nueva y lo suficientemente espaciosa, el desayuno muy bueno. El baño era grande, tenía una ducha, secadores de pelo y una bañera de hidromasaje. El hotel tiene una ubicación estupenda y un servicio atento. El lugar estaba a minutos de La Zagara Bianca, donde se puede cenar;))

El personal era extremadamente grosero.

Nos encantó nuestra estancia en este precioso hotel. La ubicación en la cima del acantilado ofrecía unas vistas espectaculares al mar. La habitación era cómoda y el baño estaba en buen estado. El servicio del personal fue muy atento y amable. Además, el desayuno ofrecía opciones razonables. disfrutamos relajándonos en la terraza y la piscina.

El restaurante del hotel resultó ser un poco caro y la calidad de la comida no fue de nuestro agrado.

Buscabamos un punto medio para conocer la Costa Amalfitana y a la vez estar tranquilos descansando y la verdad que es el hotel perfecto para eso. Todo fue de maravillas, la vista es perfecta!!! Muy recomendable.

Había casamiento todos los días y a la larga se hizo un poco molesto

La habitación era espaciosa y práctica, con un buen diseño y una terraza. Los desayunos eran más que suficiente y deliciosos, con café sabroso, fruta fresca y dulces.- El personal es muy cariñoso en todos los niveles.